Si es cuestión de ser honestos, hemos de confesar que cualquier diseñador de aplicaciones móviles y cualquier desarrollador de aplicaciones iPhone ya conocía muchas de las novedades del nuevo iPhone 5 antes de que Apple lo presentara al mundo entero al más puro estilo Rafiki – Simba. Pero dejémonos de preámbulos y vayamos al grano:
El primer elemento que nos llama la atención es su pantalla de retina de 4 pulgadas, más grande que la anterior; pero lo más interesante de esto es la proporción de 16:9, lo que supone una integración de las proporciones con las pantallas de ordenador actuales y con las televisiones. Esto podría interpretarse como uno de los pasos definitivos hacia la integración de contenidos en la plataforma común móvil-ordenador-televisión. El nuevo iPhone 5 es también el primer terminal capaz de conectarse a redes LTE, que son la siguiente generación de redes de telefonía móvil, mucho más rápidas, y que no llegarán a españa hasta dentro de unos añitos… Así que, si vivís en EEUU o Reino Unido le sacaréis provecho, pero lo que es aquí, más bien va a estar de adorno. Lo que sí que vamos a notar es que el nuevo iPhone va como un tiro, porque le han puesto un nuevo chip A6 que duplica la velocidad del 4S. Y eso, a una empresa de programación de aplicaciones como Vanadis le viene fenomenal, porque nos da mucho margen para mejorar.
En el siguiente artículo hablaremos de megapíxeles, batería, precio y demás, que si os lo contamos todo de golpe no hay suspense y se pierde la tensión narrativa…