Una web app es una aplicación creada y mostrada sobre el navegador web. Es decir, que se abre desde Internet. Para ello, el desarrollo de aplicaciones web se basa en tecnología HTML, JavaScript o CSS que son propias de las páginas web.
La principal diferencia respecto a una app nativa es que en esta última se accede desde un icono propio en tu móvil, mientras que la web app se abre en tu navegador. Es decir, se accede a través de una URL.
Estéticamente un buen desarrollador de aplicaciones puede conseguir que se muestre igual que las app nativas. Aunque las web apps no tienen un icono propio descargado desde la App Store de IOS o Google Play de Android, puede hacer que los usuarios creen iconos de acceso rápido desde su escritorio del smartphone para acceder. Es lo que se conocen como marcadores.
Las ventajas que nos encontramos en las web apps están directamente relacionadas con su concepto en sí, es decir, con el hecho de estar desarrolladas para funcionar en Internet.
Así te garantizas que tu aplicación web funcionará sin ningún problema en todos los sistemas operativos y en los smartphones de tus usuarios ya que simplemente se accede desde el navegador.
El principal punto fuerte de las web apps es que al ser una aplicación que funciona en Internet el usuario no debe estar actualizándose. Cada mejora aparecerá directamente cuando se acceda a la aplicación.
Una ventaja importante a valorar es el hecho de que este tipo de web app no guardan la información del usuario en el terminal, es decir no ocupan espacio en el smartphone. Aunque parezca menor, se trata de un valor importante para muchos usuarios que no cuentan con espacios amplios para almacenar en el móvil.
El tema económico puede suele interesar a la mayoría de las personas que están pensando en desarrollar un app: es más barato desarrollar una web app que una app nativa.
La principal desventaja que se nos ocurre es que las web apps no se adaptan al hardware de tu smartphone.
Una app nativa te permite acceder a la tecnología del smartphone. Es decir puede acceder por ejemplo al GPS, a los acelerómetros, a la cámara del teléfono, etc. mientras que una web app está limitada ya que se gestiona desde el navegador.
Al no tener que descargar la web app desde una tienda de aplicaciones, no contará con este lugar en el que puntuar la app, ofrecer reseñas y valoraciones.
Las web apps necesitan obligatoriamente acceso a Internet para poder funcionar mientras que muchas apps nativas no requieren de conexión.
Todas estas desventajas no se traducen en que el desarrollo de una web app sea peor que el de una app nativa, simplemente significa que hay que tener en cuenta las necesidades y funcionalidades que quieres ofrecer a tus usuarios.
Un buen ejemplo cercano de una web app lo puedes ver en Amazon. Teniendo app nativa también ofrece al usuario la experiencia de una web app a la que se accede desde el navegador de tu terminal. Si te fijas la apariencia es muy similar, casi idéntica pero con las limitaciones de no poder escanear los productos o los códigos de barras.
El desarrollo de aplicaciones web es diferentes a las app nativas. Fundamentalmente porque dependerá del uso que queramos darle a la aplicación. Aunque hoy en día existen plataformas generadoras de aplicaciones, dependiendo de las funcionalidades que ofrezca la app necesitarás recurrir a programación.